Contáctanos

En los últimos años la visión sobre el final del embarazo ha cambiado gracias a los avances tecnológicos y al seguimiento de los profesionales a sus pacientes.

Una de las dudas que más surge en esas últimas semanas de espera de bebé, es si la decisión de un parto vaginal o una cesárea será la mejor opción.

Hoy por hoy todos los profesionales de la salud, estamos de acuerdo en que sea cual sea la decisión tomada, el principal objetivo es velar por la salud y la integridad tanto de mamá como de bebé.

Empecemos primero hablando acerca del parto vaginal, dentro de sus ventajas está la rápida recuperación materna y el inmediato contacto de mamá con bebé, además de que es la forma más natural de que este proceso culmine. Aunado a nuevas técnicas de anestesia, como la epidural que facilitan el manejo del dolor en la fase activa de la labor, y un papel más activo del acompañante durante la misma, hacen que la experiencia sea única y especial.

Los inconvenientes del parto, es que, durante el primer proceso, en la fase latente de labor, la madre debe de soportar molestias y dolores antes de llegar a los 6 centímetros de dilatación, para luego colocarse la analgesia obstétrica.

Además, en algunas ocasiones, si el parto no inicia de forma natural, las intervenciones que se realizan para inducir la labor pueden ser engorrosas y no tan efectivas, aumentando la probabilidad de tener que realizar una cesárea.

En el caso de la cesárea, las ventajas son el manejo adecuado del dolor desde el inicio del procedimiento, el poder planear con anticipación el día del nacimiento, y en algunas ocasiones ayudar a algunos bebes que por parto vaginal no iban a lograr nacer, como, por ejemplo, bebes muy grandes, o mal posicionados, o con algún problema de oxigenación o de crecimiento.

Los puntos para tomar en cuenta en una cesárea electiva son la recuperación más lenta, aumento de dolor posterior al nacimiento del bebé, la herida quirúrgica y sus cuidados post operatorios, y los riesgos intraoperatorios del procedimiento.

Es importante recalcar, que ambos procedimientos se han modernizado con el tiempo, y ahora se realizan de una forma más “humanizada”, y se toman en cuenta detalles como la intensidad de la luz, el ruido, el contacto piel a piel apenas nace bebe, el acompañamiento por la pareja, y se fomenta la lactancia materna inmediatamente posterior al nacimiento.

Por último, es muy importante el consejo del profesional a cargo, con el fin de disminuir los riesgos para mama y bebé, y para ayudar a escoger cuál es la mejor opción para cada paciente. Y como nos gusta decir a nuestros pacientes, lo que promovemos son buenas experiencias de nacimientos, ¡ya sea parto vaginal o cesárea!

Dr. Raúl Alfaro Piedra y Dra. Laura Merayo Hernández.

Ginecología y Obstetricia

Hospital Metropolitano Sede San José

2521-9630 / 8583-7625