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A menudo escuchamos a las personas decir que se sienten casadas y que podría ser que tengan anemia, pero realmente ¿qué es la anemia y por qué se produce?

La anemia no es una enfermedad en sí, sino más bien un síndrome; es decir, es una condición que engloba un conjunto de síntomas y manifestaciones que responden a una enfermedad de fondo y por ende siempre debe estudiarse su causa aún antes de dar algún tratamiento.

La anemia se refiere entonces a una condición en la que hay un menor nivel de hemoglobina, la cual es una molécula que se encuentra en el interior de los glóbulos rojos y permite llevar el oxígeno desde los pulmones hacia los tejidos como el músculo, el cerebro y el corazón.

De esta forma, cuando se produce anemia, las personas pueden quejarse de síntomas como fatiga, intolerancia al ejercicio, incapacidad para realizar sus actividades diarias, dolor de cabeza, palidez, palpitaciones, falta de aire; y en casos muy severos, la anemia podría provocar infartos en el corazón.

Diagnóstico

Un paciente puede ser diagnosticado con anemia cuando tiene concentraciones de hemoglobina menores de 12g/dL en mujeres y menores de 13g/dL en hombres. Para esto, se debe realizar un examen de sangre venosa conocido como hemograma, el cual es un examen de laboratorio muy común que permite determinar no solo la concentración de hemoglobina, sino también otros parámetros como el tamaño promedio de los glóbulos rojos, su morfología, la concentración media de hemoglobina y el hematocrito, así como información referente a otras células de la sangre como las plaquetas y los glóbulos blancos.

Una vez que se ha hecho el diagnóstico de anemia, aún queda un importante camino que recorrer antes de iniciar tratamiento, pues las diferentes causas de la anemia se deben tratar de manera puntual, y no necesariamente en todos los casos se van a corregir con hierro.

Si bien la mayoría de las anemias son carenciales, es decir, por falta de algún nutriente, el mismo puede ser hierro, o bien podría ser una vitamina como el ácido fólico o la cobalamina. Por otro lado, existen otras anemias que se producen por un exceso de destrucción de los glóbulos rojos (conocidas como anemias hemolíticas) o bien por defectos en su producción (que pueden ser por enfermedades de la médula ósea).

Lo importante es que se realice un adecuado diagnóstico para que su médico pueda definir cual es el mejor tratamiento para la anemia que usted presente y puedan trabajar en conjunto con un hematólogo en caso de ser necesario.

Dr. Rafael Rojas
Especialista en hematología, parte de la Red Médica MediSmart.