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Usted podría imaginar la siguiente escena:

“Sale del trabajo luego de un día de mucho estrés, sube a su carro, se encuentra en una carretera con mucha presa y después de un rato logra entrar a un auto servicio de comida rápida por la cena. Va camino a su casa y de improviso un sujeto en otro carro se mete rápidamente a su carril, haciéndolo frenar de manera brusca para evitar un accidente.

Después de tocar el pito reiteradas veces, muchos ademanes, y frases hirientes para la otra persona, lo persigue y trata de asegurarse que entienda lo que podría provocar en carretera, pero su estado de ánimo que de por sí ya no era el mejor, empeora y la ira se adueña de usted”.

¿Ha pasado por algo similar? irritándose por las maniobras agresivas de otros conductores, las frenadas inesperadas, loa adelantamientos imprudentes, las salidas y entradas agresivas al tráfico, una persona manejando lento delante de usted y lo que es costumbre en el país las interminables presas en los puntos más importantes del país, posiblemente sí.

¿Es normal la ira al conducir?

Existe una estrecha relación entra la forma de conducir y los factores afectivo-emocionales en el ser humano. La protección y el anonimato que ofrece estar en un vehículo brinda cierta seguridad que repercute en las acciones que se toman al tener ira, específicamente en el comportamiento que se manifiesta cuando la persona se siente agredida por otros conductores.

Además, cuando las personas se sienten anónimas liberan su “Yo” y permiten que el “Ego” se manifieste, la vergüenza o la culpa simplemente desaparecen, aquí es donde retorna el “Ello” que es la parte más profunda, primitiva, desorganizada e innata de la personalidad.

Otros factores como: la personalidad, el comportamiento competitivo y la frustración pueden afectar negativamente el desempeño al conducir, así como el estrés que es la reacción del organismo a los desafíos y demandas de tensión física o emocional. Puede ser funcional, como cuando ayuda a evitar peligros o cumplir exigencias laborales y/o personales de la vida diaria, pero cuando el estrés es constante y se mezcla con la frustración (estado emocional negativo que ocurre cuando se nos impide alcanzar metas) es potencialmente peligroso.

¡Reduzca el estrés al conducir!

El estrés acumulado es un factor detonante de la ira, mientras más estrés hay, más probabilidad de experimentar enojo y expresarlo mientras se conduce, por consiguiente, una parte importante de manejar la ira es controlar el estrés de manera general y para esto puede tomar en cuenta cuando esté al volante los siguientes puntos:

Organización: identifique las rutas y horarios más convenientes. Utilice aplicaciones de navegación al conducir y salga con tiempo suficiente, asuma además que en ciertos horarios tendrá que tolerar el tráfico pesado.

Mantenga la calma: se si ve expuesto a situaciones que le generen enojo, respire profundo varias veces, permanezca tranquilo y sobre todo se consciente, no deje que la ira lo domine.

Concéntrese: conducir exige concentración. Evite hablar por el celular, enviar mensajes de texto, leer correos o discutir con otras personas, ya que esto desvía la atención y agrega una cuota de estrés extra.

Meditación: es una de las formas más efectivas de tranquilizar el cuerpo y la mente. Promueva la relajación por medio de escuchar o tocar música, dar un paseo en la naturaleza, disfrutar de pasatiempos, o realizar cualquier otra actividad que le permita disminuir los pensamientos desorganizados y el ruido mental que le genera estrés e intranquilidad.

Relajación progresiva e imaginería guiada: son técnicas específicas realizadas por un profesional en psicología que permite a la persona tensar y relajar los músculos de su cuerpo a voluntad de manera progresiva, mientras se llevan a cargo ejercicios de concentración guiada. Dichos ejercicios llevan a la persona a través de un viaje virtual a un lugar determinado que le permita sentirse seguro, tranquilo y relajado. Una vez dominada la técnica, cuando la persona se vea expuesta a situaciones estresantes, de manera consciente se podrá transportar a su lugar seguro.

Guillermo Pacheco Campos

Psicólogo de la Red Médica MediSmart.