El cáncer es una de las más prevalentes y graves condiciones médicas que afectan a la población mundial y consecuentemente es uno de los principales motivos de consulta de pacientes en los centros de atención médica tanto públicos como privados.
El diagnóstico de cáncer causa por sí mismo un impacto en la vida de cualquier persona niño (a), joven o adulto que lo reciba lo cual afecta también directamente a familiares y allegados de la persona enferma, esto debido a que cuando una persona vive el cáncer no solamente sufre cambios a nivel físico, sino que al mismo tiempo experimenta alteraciones a nivel emocional, espiritual, psicológico y su integridad está en riesgo, los niveles de estrés se elevan, su proyecto de vida se detiene y el nuevo reto asumido es el de enfrentarse a tratamientos para combatir la enfermedad, lo que puede contribuye en el desarrollo de trastornos ansiosos y depresivos en gran parte de los casos.
Citando a Ramón Bayes (2005) “las personas que tienen cáncer no solo precisan de ayuda médica, buenos centros de diagnóstico y tratamientos, sino también de una ayuda psicológica que les permita vivir su vida con el menor sufrimiento y una mejor calidad de vida”.
Por lo tanto, la psicooncología constituye un campo interdisciplinar de la psicología y las ciencias biomédicas dedicado a la prevención, diagnóstico, evaluación, tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos y etiología del cáncer, la psicooncología reviste su importancia al constituirse como una especialidad innovadora en nuestro país, a pesar de que a nivel internacional el rol del psico-oncólogo (a) es fundamental en el abordaje transdisciplinario del paciente hematooncológico, esto debido a que una adecuada y temprana detección aumentaría el número de pacientes que pueden beneficiarse de los recursos psicológicos especializados mejorando así la adherencia al tratamiento médico, y dotando al paciente de estrategias de afrontamiento y de cambio, así como favorecer el tratamiento de sus posibles trastornos psicopatológicos o su sintomatología, para mejorar su evolución clínica, y la calidad de su vida.
Las intervenciones variaran dependiendo de la fase de enfermedad y las características individuales, así como las necesidades de cada persona, Paredes (2010):
- Fase de prevención (antes del diagnóstico).
- Fase de intervención terapéutica y rehabilitación (tratamiento-intervalo libre de enfermedad-supervivencia-recidiva).
- Fase de cuidados paliativos.
Finalmente, es importante recalcar que el servicio especializado en Psicooncología va dirigido a personas de todas las edades desde una modalidad de intervención individual, familiar e incluso grupal presencial en donde el objetivo primordial es el de promover el bienestar psicológico de los pacientes hematooncológicos y sus familias.