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El diagnóstico de cáncer de un individuo afecta a toda la familia. Muchas  veces olvidamos que la enfermedad también afecta a familiares, amigos y a otros miembros de la comunidad del paciente.

Para aquellos que están involucrados en el tratamiento y la atención del cáncer todos los días, como por ejemplo médicos o especialistas técnicos, enfermeros,  pueden pasar por alto el hecho de que la mayoría de las personas no tiene experiencia en el tratamiento de enfermedades como el cáncer que ponen en peligro la vida. Esto significa que muchos seres queridos pueden querer ayudar, pero no están seguros de lo que pueden o podrían estar haciendo para apoyar a una persona que tiene cáncer. Por esta razón les proponemos  7 sugerencias para que usted entienda cómo los familiares, amigos y miembros de la comunidad pueden ser apoyos positivos como soporte para enfrentar el cáncer.

  1. Pedir ayuda con tareas prácticas. Los familiares y amigos pueden ayudarlo con tareas prácticas, como llevarlo a sus citas y traerlo de ellas, lavar la ropa, ir al supermercado, hacer comidas o hacer algunas diligencias. Alguien también puede ayudar a programar citas o a hacerse cargo de asuntos relacionados con el seguro.
  2. Traiga a alguien con usted a las citas. Tener a alguien con usted en las citas para que tome notas o escuche las opciones que plantea el médico es muy útil para asegurarse de que se registre la información más importante. Familiares y amigos pueden ayudar como asesores y acompañantes durante las citas, a veces ejerciendo un rol activo en las conversaciones sobre el tratamiento y haciendo preguntas de seguimiento que al individuo diagnosticado no se le ocurren porque está invadido de miedos y pensamientos ya que lo que está en juego es el propio cuerpo . Generalmente pueden ayudarlo aportando información también que el sujeto diagnosticado no registra como la aparición síntomas, náuseas o insomnio, a un médico que luego puede recomendar un tratamiento. Es fundamental que los pacientes se aseguren de que la persona que viene con ellos a una cita sea un acompañante de confianza. Asegúrese de que esa persona sepa por qué exactamente va con usted y cuál es su función.
  3. Reconozca el valor del compañerismo. Puede ser difícil enfrentarse al cáncer solo. Recuerde que la familia y los amigos pueden ayudar simplemente estando presentes con usted. Estos seres queridos a menudo se quedan esperando pacientemente en los pasillos durante las sesiones de radioterapia o sentados junto a un paciente que está recibiendo una larga infusión de quimioterapia. El solo hecho de tener a alguien cerca para apoyarlo puede ser útil para recordarle que usted no está solo.
  4. Ponga a alguien a cargo de compartir sus novedades médicas. Recibir tratamiento para el cáncer agota física y emocionalmente. Puede ser particularmente difícil compartir su información médica con otras personas y responder las mismas preguntas repetidamente. Pídale a un familiar de confianza que comunique información médica a otros familiares y amigos, ya sea por teléfono, correo electrónico, mensaje de texto, whatapps o cualquier método que se adapte mejor a su situación específica.
  5. No tenga miedo de dirigir la conversación. A menudo, cuando a alguien se le diagnostica cáncer por primera vez, es posible que los familiares y amigos no sepan cómo hablar sobre esta enfermedad. Esto puede hacer que surjan emociones difíciles de su propio pasado o puede ser que simplemente tengan miedo de mencionar el cáncer porque no saben qué decir o hacer. Usted o su cuidador principal pueden tomar la iniciativa en las conversaciones sobre su diagnóstico, indicando de qué a usted le gustaría hablar y de qué no. Al hacer esto, usted o su cuidador pueden establecer las expectativas de cómo hablar sobre dicho tema. A veces, es tan importante simplemente decirle a la gente que necesita que lo escuchen y no recibir consejos bien intencionados pero que no desea. Y puede ser útil para estas personas saber cuándo quiere hablar sobre cosas que no sean el cáncer.
  6. Tenga un intérprete, si lo necesita. Vivimos en una sociedad cada vez más diversa, por lo que es bastante frecuente que los médicos y los pacientes puedan ser de diferentes países u orígenes. Si usted, su familia y sus amigos no son hablantes nativos del idioma de su médico tratante, o se encuentra fuera de su país, navegar por el sistema de atención médica de otra cultura  puede ser difícil debido a las barreras culturales y/o del idioma. Si este es el caso, los intérpretes son esenciales para el entorno del cuidado del cáncer. Muchos centros oncológicos cuentan con intérpretes médicos profesionales, ya sea en persona o por teléfono o videoconferencia, para traducir entre el médico y el paciente. Y, un pariente cercano o miembro de su comunidad que sea local o hable el idioma puede ayudarlo a programar o cambiar citas, explicar un síntoma y otras tareas. lo que puede ser fundamental para garantizar un plan de tratamiento del cáncer eficaz y compasivo.
  7. Haga terapia. Tanto la persona diagnosticada como los familiares, amigos o personas cercanas, necesitan expresar sus emociones y sus miedos ante un diagnóstico de cáncer. No tenga miedo de buscar un profesional que los ayude a sobrepasar esta etapa llena de incertidumbres y pronósticos.

Uno de los aspectos fundamentales de la formación de una relación de confianza y duradera entre el oncólogo, los técnicos especialistas o los psicólogos  y su paciente es reconocer a la persona que acompaña  al paciente a la visita médica o aquellos que están sentados junto a la cama en el hospital. La presencia de estos seres queridos, independientemente de si son cónyuges, hijos, padres o amigos, es esencial durante el tratamiento del cáncer y luego en la transición a la vida después del cáncer.

Dra. Agustina Seiguer – Psicóloga Clínica

Centro de Salud Herrera Amiguetti

Hospital Metropolitano