La mayoría de las personas que van a sala de emergencias con dolor en el pecho no necesariamente están sufriendo un infarto. Generalmente el dolor se puede producir por problemas menos serios como:
- Dolor muscular después de una actividad en la que participaron los músculos del pecho.
- Enfermedades que pueden causar dolor como la artritis.
- El herpes zóster, un padecimiento relacionado con el virus de la varicela.
- Toda clase de lesiones o traumas en el pecho, incluida una cirugía.
- Problemas que afectan los pulmones como neumonía.
- Debilitamiento de la capa interna del gran vaso sanguíneo del pecho (conocido como la aorta) o bien, una infección alrededor del corazón.
- Acidez estomacal.
Sin embargo, nunca debe de arriesgarse, aún si cree que los síntomas no son serios o desaparecerán, siempre acuda al médico para que valore su estado de salud y no se arriesgue a sufrir daños permanentes en el corazón o incluso la muerte.
Síntomas de un infarto.
No solo el dolor en el pecho es una señal de infarto. Incluso algunas personas no sienten ningún dolor. Esto es más probable en mujeres, personas con diabetes y mayores de 60 años. Es importante prestar atención a todos los síntomas que podrían representar un infarto, entre ellos:
- Dolor, presión o molestia en el centro del pecho.
- Dolor, hormigueo o molestia en otras partes del cuerpo superior: brazo, espalda, cuello, mandíbula o estómago.
- Falta de aire.
- Náuseas, vómito, eructos o acidez estomacal.
- Ritmo cardíaco acelerado o irregular.
- Mareos o incluso desmayo.
Si estos síntomas duran más de unos minutos o si se repiten continuamente (aparecen y desaparecen), si están acompañados por falta de aire o empeoran cuando camina, sube escaleras o hace actividad física; o incluso si usted cree que está sufriendo un infarto, pida una ambulancia al 911 de inmediato y no intente llegar al hospital por su cuenta.
Atención hospitalaria
Las personas que lo atiendan en emergencias lo examinarán y le harán pruebas para hallar la causa del dolor, pero no se sorprenda si no la descubren inmediatamente, ya que no siempre es fácil encontrar la razón del dolor de pecho. De todos modos, los médicos generalmente pueden determinar lo más importante: si su corazón está en dificultades.
Las pruebas que podrían realizarse para saber si se trata de un infarto podrían ser:
- Un electrocardiograma: esta prueba es una representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar a los doctores si usted está teniendo un infarto.
- Pruebas de sangre: durante un infarto el corazón libera ciertas sustancias al torrente sanguíneo que pueden ser detectados con la prueba de sangre.
- Prueba de esfuerzo: es posible que le indiquen que corra o camine sobre una cinta caminadora mientras le hacen un electrocardiograma. La actividad física aumenta la necesidad de sangre por parte del corazón y con esto determinarán si el corazón está recibiendo suficiente sangre en las arterias del corazón. Si no puede caminar o correr le harán la prueba dándole una medicina que hace bombear más rápido al corazón.
- Cateterismo cardíaco: el doctor coloca un tubo delgado en un vaso sanguíneo de una pierna o un brazo y lo desplaza hasta el corazón. Posteriormente inyecta en el tubo un tinte (contraste) que aparece en las radiografías (angiografía coronaria) y permite ver si hay arterias del corazón bloqueadas.
- Tomografía: es un tipo de radiografía. El médico podrá someterlo a este procedimiento para observar los vasos sanguíneos que conducen al corazón.
Si usted está teniendo un infarto, el médico le dará tratamientos para reducir el daño al corazón y aliviar el dolor. Cuanto más rápido traten el infarto, mejor funcionará el tratamiento ¡Cada minuto cuenta cuando se trata de mantener con vida su músculo cardíaco!